Consejos y tipos de ayuno de intermitente - SANUM

 

 

Lo primero que debemos definir es el ayuno.

La definición más simple de ayuno sería la que lo considera como “período en el que no entra alimento en el cuerpo”. Pero quizá sería más preciso definir el ayuno como el período de tiempo que transcurre desde que termina el período postprandial, es decir, se terminan de absorber los nutrientes en el tracto digestivo, hasta que se vuelve a ingerir alimento.

El ayuno intermitente consiste en realizar un período de ayuno y después ingerir todas las calorías necesarias durante otro período.

Desde que comenzó a estudiarse el AI se han descrito numerosas ventajas para la salud derivadas de su práctica.

• Reduce la grasa corporal al favorecer la oxidación de ácidos grasos.
• Mejora la sensibilidad a la insulina al reducir los niveles de esta.
• Aumenta la capacidad de autocontrol y sensación de apetito.
• Previene la pérdida de masa muscular en periodos de pérdida de peso.
• Reduce el gasto en la cesta de la compra porque se ingieren menos alimentos (o menor variedad de ellos).

¿Cuántos tipos de ayuno existen?

Normalmente cuando escuchamos “ayuno intermitente”, seguramente a la mayoría nos venga a la cabeza el ayuno 16/8 (ayunar durante 16 horas y comer durante 8 horas), pero este no es el único protocolo que existe ni es el más estudiado.

1. Método 5/2 (5 días de alimentación normal y 2 días de ayuno)
2. Método 16/8 (16 horas de ayuno y 8 horas de ingesta)
3. 24 horas o días alternos (24 horas de ayuno 1-2 veces por semana)

¿Es aconsejable el ayuno intermitente para todo?

Como todo, no existe un protocolo único que le venga bien a todo el mundo, ya que todos tenemos necesidades y situaciones bien diferentes. Por ejemplo, no sería recomendable para personas con bajo peso o para personas cuyo objetivo es aumentar masa muscular y suelen tener dificultades para consumir todas las calorías que requieren a diario. Directamente lo tienen contraindicado personas con diabetes mellitus que estén recibiendo un tratamiento farmacológico, personas con enfermedades renales o hepáticas y mujeres embarazadas.